SIERRA DE CAZORLA: MÁS ATRACTIVA QUÉ NUNCA

Las nevadas y lluvias de final del invierno y principios de la primavera tienen al Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas más atractivo que nunca. Es una atracción motivada por la fuerza del agua, la belleza y el componente de aventura que supone la nieve acumulada en sus cumbres, la exuberante fauna, la dureza de sus formaciones rocosas y el misterio y el toque de ansiedad que genera atravesar los túneles que la horadan. En definitiva, está espléndido. Hay que visitarlo antes de que disminuyan los caudales de sus ríos y arroyos, antes de que desaparezcan algunas de las decenas de cascadas que se han formado en el Borosa.

De este viaje no me va a quedar ni el entremetido dueño del hotel Convento Rural Santa María de la Sierra (división de opiniones), ni la decepción por la carne que nos sirvieron en un sitio que nunca nos había fallado, el Restaurante El Mesón de Arroyofrío (en cambio el surtido de quesos espléndido), ni el "leñazo" que nos dio Juanito en Baeza (unanimidad), nada de eso me quedará, solo recordaré el pantano del Tranco rebosante, el color del agua de las lagunas de Valdeazores, la nieve desde el Collado de la Fuente Bermejo y a lo largo del recorrido del Arroyo Fuente de la Reina y el espectáculo maravilloso, una vez más, del río Borosa con las numerosas cascadas que se han formado a lo largo de su curso, su Cerrada de Elías y la desembocadura del Arroyo de las Truchas.
Cómo prueba gráfica de todo lo anterior, acompañamos estas notas con una pequeña selección de fotos de nuestros socios Jesús Fernández y José del Valle. En nuestro muro de Facebook, quien lo desee, puede disfrutar de un álbum fotográfico mucho más amplio.
Trause. Marzo 2013.

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